¿Como ha surgido la musica?
La Música caribeña
Música caribeña, denominación que comprende los diferentes estilos y tradiciones musicales de las islas del Caribe; abarca desde géneros folclóricos tradicionales, como la bomba de Puerto Rico y el mento de Jamaica, a ritmos populares contemporáneos, como la salsa y el reggae.La música caribeña incluye la música del Caribe de habla inglesa (Antillas británicas), el Caribe de habla hispana (Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana) y el Caribe de habla francesa (Haití y las islas Martinica y Guadalupe). La música de los países que circundan el Caribe también se ha clasificado a veces como caribeña. Véase Música latinoamericana.
CARACTERÍSTICAS
CARACTERÍSTICAS
En muchos aspectos es más marcada la diversidad que la unidad de la música caribeña, a pesar de que pueden trazarse algunos rasgos comunes. La mayor parte de la música de esta región combina rasgos africanos con rasgos occidentales; esta síntesis, que comenzó con la colonización europea y la importación de esclavos africanos, todavía se mantiene en la actualidad. A este tipo de música se la denomina a veces criolla o, de forma más general, sincrética, haciendo alusión a la mezcla de elementos africanos y occidentales que dan lugar a una música típicamente caribeña. La influencia africana constituye un denominador de estilo común a la mayoría de la música caribeña, que se manifiesta en forma de alegres sincopados (ritmos que enfatizan las partes débiles del compás), formas llamada-respuesta y ostinato (frases musicales repetidas), basados a menudo en sencillos acordes.
ESTILOS
La mayor parte de la música caribeña puede agruparse en las categorías de folclórica, clásica o popular desde el punto de vista comercial. Algunos estilos folclóricos derivan básicamente de la música africana y suelen estar dominados por los instrumentos de percusión y las formas vocales de llamada-respuesta. En esta categoría se incluyen la rumba tradicional cubana, la bomba de Puerto Rico y la música asociada a las religiones afrocaribeñas, como el vudú de Haití o la santería cubana. Otros tipos de música reflejan más su origen europeo, como el jíbaro de Puerto Rico y el punto cubano, que utilizan formas en verso derivadas de la música española con guitarras o instrumentos similares. En una categoría diferente se encuentran las prácticas musicales asociadas a las minorías étnicas de las Indias Orientales, los descendientes de los trabajadores contratados que llegaron de la India al Caribe durante el periodo colonial. Los indocaribeños, que constituyen el mayor grupo étnico de Trinidad y Guayana, poseen una herencia musical propia de gran riqueza, con canciones tradicionales y estilos modernos, como el chutney.
Porro
El porro es un ritmo musical de la Costa Caribe colombiana, tradicional de los departamentos de Córdoba, Bolívar, Atlántico y Sucre. Posee un ritmo alegre y fiestero, propicio para el baile en parejas. Se ejecuta en compás de 2/4 (el mismo del pasodoble y el tango), aunque hay quienes sostienen que su verdadero compás es el 4/4 (al igual que la samba).
El porro tradicional o campesino se suele clasificar en dos tipos o categorías principales: “tapao” y “palitiao”.
El “palitiao”, oriundo de las tierras del Sinú, toma su nombre según la versión más aceptada, por la forma como se golpea con el percutor una tablilla incorporada al aro del bombo o externa a este. Esto ocurre al momento en que el bombo queda en silencio y el clarinete toma el rol protagónico.
El porro “palitiao” se encuentra estructurado por cuatro partes o secciones: danza, porro, “bozá”, danza. Las danzas, de cortos compases, dan inicio y fin a la obra como en una especie de anuncio que da entrada y salida al porro propiamente y a sus dos partes principales.
La sección porro se identifica por estar dominada por el sonido de la trompeta y la “bozá” por ser el momento en que predomina el clarinete, y en que suele suspenderse la percusión del bombo e iniciarse el golpeteo del palo sobre la tablilla (el palitiao).
Estos elementos característicos del porro “palitiao” no están presentes siempre en todos lo temas. María Varilla, por ejemplo, que se ha llamado el himno de Córdoba, no posee las danzas de entrada y final. Igualmente El Gavilán Garrapatero, Soy Pelayero y la Mona Carolina carecen de la danza inicial, lo contrario de un Porro “tapao” como Roque Guzmán, que cuenta con las danzas a su inicio y final, sin que por ello sea uno “palitiao”.
Por su parte el porro “tapao” o sabanero por ser originario de las sabanas de los departamentos de Córdoba, Sucre Y Bolívar, se llama así por la predominante forma como el ejecutante del bombo tapa con la mano el parche opuesto al que percusiona, y carece de la sección “bozá”.
Musicólogos como Victoriano Valencia, han identificado otros rasgos como la improvisación, a cargo de cada instrumento o grupo de estos, que se da en las formas viejas del porro, del fandango campesino y también de la puya. Otros rasgos de las nuevas composiciones porristicas destacadas por el mismo Valencia son: estrechamiento de las secciones, ampliación del coro o su supresión y aceleración del ritmo.
Festivales de porro
El Encuentro Nacional de Bandas se realiza anualmente en Sincelejo. Proyecta costumbres y destaca el nivel de la música de bandas folclóricas, a través del porro y el fandango.
Desde 1996, por épocas de Semana Santa, tiene lugar en el municipio de San Marcos del Carate el Festival Nacional del Porro Cantao Inédito con Banda, que es heredero de los "bailes cantaos". En él participan las bandas tradicionales, cantantes y compositores de la región Caribe de Colombia.
El Festival Nacional del Porro se celebra anualmente entre los días 29 de junio y 3 de julio, en el municipio de San Pelayo (Córdoba) es un festival en el que participan las agrupaciones de viento o bandas tradicionales de todo el país, con desfile de alborada y competencias entre las mismas.
El Festival del Porro en Medellín se realiza en el sector del Coco en el barrio Santa Rosa de Lima desde 1993.
El “palitiao”, oriundo de las tierras del Sinú, toma su nombre según la versión más aceptada, por la forma como se golpea con el percutor una tablilla incorporada al aro del bombo o externa a este. Esto ocurre al momento en que el bombo queda en silencio y el clarinete toma el rol protagónico.
El porro “palitiao” se encuentra estructurado por cuatro partes o secciones: danza, porro, “bozá”, danza. Las danzas, de cortos compases, dan inicio y fin a la obra como en una especie de anuncio que da entrada y salida al porro propiamente y a sus dos partes principales.
La sección porro se identifica por estar dominada por el sonido de la trompeta y la “bozá” por ser el momento en que predomina el clarinete, y en que suele suspenderse la percusión del bombo e iniciarse el golpeteo del palo sobre la tablilla (el palitiao).
Estos elementos característicos del porro “palitiao” no están presentes siempre en todos lo temas. María Varilla, por ejemplo, que se ha llamado el himno de Córdoba, no posee las danzas de entrada y final. Igualmente El Gavilán Garrapatero, Soy Pelayero y la Mona Carolina carecen de la danza inicial, lo contrario de un Porro “tapao” como Roque Guzmán, que cuenta con las danzas a su inicio y final, sin que por ello sea uno “palitiao”.
Por su parte el porro “tapao” o sabanero por ser originario de las sabanas de los departamentos de Córdoba, Sucre Y Bolívar, se llama así por la predominante forma como el ejecutante del bombo tapa con la mano el parche opuesto al que percusiona, y carece de la sección “bozá”.
Musicólogos como Victoriano Valencia, han identificado otros rasgos como la improvisación, a cargo de cada instrumento o grupo de estos, que se da en las formas viejas del porro, del fandango campesino y también de la puya. Otros rasgos de las nuevas composiciones porristicas destacadas por el mismo Valencia son: estrechamiento de las secciones, ampliación del coro o su supresión y aceleración del ritmo.
Festivales de porro
El Encuentro Nacional de Bandas se realiza anualmente en Sincelejo. Proyecta costumbres y destaca el nivel de la música de bandas folclóricas, a través del porro y el fandango.
Desde 1996, por épocas de Semana Santa, tiene lugar en el municipio de San Marcos del Carate el Festival Nacional del Porro Cantao Inédito con Banda, que es heredero de los "bailes cantaos". En él participan las bandas tradicionales, cantantes y compositores de la región Caribe de Colombia.
El Festival Nacional del Porro se celebra anualmente entre los días 29 de junio y 3 de julio, en el municipio de San Pelayo (Córdoba) es un festival en el que participan las agrupaciones de viento o bandas tradicionales de todo el país, con desfile de alborada y competencias entre las mismas.
El Festival del Porro en Medellín se realiza en el sector del Coco en el barrio Santa Rosa de Lima desde 1993.
Mapale
El Mapalé es un ritmo musical propio de la costa caribe colombiana. Esta tonada conserva características musicales típicamente africanas.
El mapalé es una danza de Colombia que representa la cabeza de lizarazo moviendo eroticamente entre el varón y la mujer. Los bailarines se mueven exaltada y aceleradamente y con una gran fuerza hacen saltos, caídas, movimiento de hombros y caderas en un enfrentamiento constante entre el hombre y la mujer, siguiendo el ritmo de la música, el cual el complemento sobre el ritmo, puesto que también se sostiene que el nombre le fue asignado por un pez, que en determinada temporada, al producirse la subienda, abundaba en los poblados, dando orígenes a festejos denominados Festividades del Mapalé.
El mapalé es una danza de Colombia que representa la cabeza de lizarazo moviendo eroticamente entre el varón y la mujer. Los bailarines se mueven exaltada y aceleradamente y con una gran fuerza hacen saltos, caídas, movimiento de hombros y caderas en un enfrentamiento constante entre el hombre y la mujer, siguiendo el ritmo de la música, el cual el complemento sobre el ritmo, puesto que también se sostiene que el nombre le fue asignado por un pez, que en determinada temporada, al producirse la subienda, abundaba en los poblados, dando orígenes a festejos denominados Festividades del Mapalé.
Baile de marcada ascendencia africana propio del litoral Caribe. Fue introducido en tiempos pretéritos a lo largo de las orillas del río Magdalena por pescadores de un teleósteo denominado mapalé. En sus orígenes fue una danza de labor ejecutada en las noches y amenizada con toques de tambores yamaró y quitambre, las palmas de las manos y el canto. Con posterioridad se produjo una transformación de su temática, atribuyéndole un énfasis de regocijo con carácter sexual y asignándole la evolución frenética que hoy presenta.
La coreografía actual mantiene rasgos de su esencia africana en la parafernalia, tanto en el vestuario, que es en extremo sencillo, como en la presencia del machete, instrumento de trabajo utilizado para el procesamiento del pescado.Hay unas definiciones difundidas, algunas de las cuales indican que el ritmo proviene de un festival por la abundancia de un pez.
La coreografía actual mantiene rasgos de su esencia africana en la parafernalia, tanto en el vestuario, que es en extremo sencillo, como en la presencia del machete, instrumento de trabajo utilizado para el procesamiento del pescado.Hay unas definiciones difundidas, algunas de las cuales indican que el ritmo proviene de un festival por la abundancia de un pez.
Usualmente en estas danzas, las mujeres llevan faldas cortas, con flequillos o volantes pequeños que adornan el movimiento acelerado de sus caderas. Lucen zapatos planos o van descalzas y portan flores en la cabeza o turbantes sencillos.Los hombres usan pantalones pesqueros, bayetilla roja y no usan camisa, en algunos casos usan camisa blanca arremangada.
El mapalé es una danza de pareja suelta. Se baila con pasos cortos, ritmo acelerado y palmoteo constante de los bailarines. Las rutinas se inician con la formación de dos filas individuales una frente a la otra, de hombres y mujeres, para efectuar avances hacia delante y hacia atrás. Continúa con posturas de exhibición libres e individuales de los hombres con el propósito de agradar a sus parejas, quienes se turnan para corresponder los enfrentamientos. Los movimientos son frenéticos y con un alto contenido de erotismo. Los de las mujeres son un tanto diferentes y se destacan por ser más excitantes y eróticos.En los compases, se habla de un ritmo binario, con impresionante percusión a dos tonos, con lo cual se buscaba el lucimiento de las parejas con ayuda de los instrumentos.
Cumbia
El mapalé es una danza de pareja suelta. Se baila con pasos cortos, ritmo acelerado y palmoteo constante de los bailarines. Las rutinas se inician con la formación de dos filas individuales una frente a la otra, de hombres y mujeres, para efectuar avances hacia delante y hacia atrás. Continúa con posturas de exhibición libres e individuales de los hombres con el propósito de agradar a sus parejas, quienes se turnan para corresponder los enfrentamientos. Los movimientos son frenéticos y con un alto contenido de erotismo. Los de las mujeres son un tanto diferentes y se destacan por ser más excitantes y eróticos.En los compases, se habla de un ritmo binario, con impresionante percusión a dos tonos, con lo cual se buscaba el lucimiento de las parejas con ayuda de los instrumentos.
Cumbia
La cumbia es un género musical y baile folclórico y tradicional de Colombia y Panamá.
A partir de la década de 1940, la cumbia colombiana comercial o moderna se expandió al resto de América Latina, tras lo cual se popularizó en todo el continente siguiendo distintas adaptaciones comerciales como la cumbia venezolana, la cumbia mexicana, la cumbia salvadoreña, la cumbia chilena, la cumbia ecuatoriana, la cumbia peruana, la cumbia argentina, la cumbia uruguaya, entre otras.
A partir de la década de 1940, la cumbia colombiana comercial o moderna se expandió al resto de América Latina, tras lo cual se popularizó en todo el continente siguiendo distintas adaptaciones comerciales como la cumbia venezolana, la cumbia mexicana, la cumbia salvadoreña, la cumbia chilena, la cumbia ecuatoriana, la cumbia peruana, la cumbia argentina, la cumbia uruguaya, entre otras.
Instrumento aerófono de ancestro indígena: gaita derecha fabricada a partir del corazón del cardón, con una formación de cera en uno de sus extremos en donde se hace una ranura y se inserta un apéndice cilíndrico, generalmente la base de una pluma de pato, a manera de canal y boquilla, respectivamente, con orificios variables entre 3 y 6 hacia la parte baja del cuerpo.
Se le llama de esta forma por la similitud de su sonido con el de las gaitas de pico de los españoles.
La gaita hembra, de 5 orificios, proporciona la melodía. Su acompañante, a contra punto, la gaita macho, de 2 orificios, cumple una función marcante e imprime una profunda virilidad en el tañido de su lamento.
Un gaitero toca la gaita macho con una mano; con la otra, a la vez con gran destreza, la maraca, y sus labios sólo sueltan la gaita para cantar.
Es un instrumento muy importante en la Costa Caribe porque le da ritmo a la cumbia, así como a los otros ritmos que se pueden interpretar con ellas: el porro, la gaita instrumental y el merengue.
Se le llama de esta forma por la similitud de su sonido con el de las gaitas de pico de los españoles.
La gaita hembra, de 5 orificios, proporciona la melodía. Su acompañante, a contra punto, la gaita macho, de 2 orificios, cumple una función marcante e imprime una profunda virilidad en el tañido de su lamento.
Un gaitero toca la gaita macho con una mano; con la otra, a la vez con gran destreza, la maraca, y sus labios sólo sueltan la gaita para cantar.
Es un instrumento muy importante en la Costa Caribe porque le da ritmo a la cumbia, así como a los otros ritmos que se pueden interpretar con ellas: el porro, la gaita instrumental y el merengue.
La cumbia es madre de muchos ritmos como el porro, la gaita, la chalupa, el bullerengue,[cita requerida] el garabato, el chandé, la tambora, el berroche, el paseo, la gaita, el son, la puya, entre otros. Existen varias modalidades regionales de la cumbia: cumbia sampuesana, soledeña, cienaguera, momposina, sanjacintera, cartagenera, cereteana, magangueleña, entre otras.
Cumbia clásica
La cumbia clásica se toca con instrumentos como la kuisi sigí (gaita macho), la kuisi bunzí (gaita hembra) y una maraca (taní) acompañadas algunas veces de las suaras (idénticas a las gaitas anteriores). Se trata de un aire zambo que está formado por una melodía indígena y un ritmo de tambores negros, nunca se canta, es solo danza y totalmente instrumental. Cabe mencionar que existen otros ritmos del Caribe colombiano que tienen como base la cumbia como el bullerengue, los porros y la saloma.
Cumbia sabanera
En las sabanas de Córdoba, Sucre y Bolívar, la cumbia se ejecuta con banda de hojita o banda pelayera.
Cumbia comercial o moderna
En la cumbia moderna se encuentran instrumentos como el clarinete, la guacha, las maracas, el tambor llamador, el tambor alegre y tambora o bombo, el sintetizador, el piano, guacharaca e instrumentos de viento típicos del Caribe.
Cumbiamba
Muchos autores en sus escritos hacen diferencia entre cumbia y cumbiamba o también dicen que los negros que llegaron de África para ser esclavizados trajeron consigo sus danzas y tonadas especiales y, a medida que pasaba el tiempo, aprendieron castellano y empezaron a cantar en este idioma. Actualmente cerca de los ríos colombianos donde se instalaron los africanos en su momento resuenan el currulao y el mapalé y se baila cumbia o cumbiamba.
"Según testimonios escritos son dos las diferencias principales que existen entre la cumbia y la cumbiamba: la cumbia se toca con banda, y las bailarinas llevan velas o teas en las manos. La cumbiamba se baila con acordeón y flauta de millo y sin velas".
Cumbia vallenata
Incluye, además de los instrumentos clásicos, al acordeón, ya sea para acompañamiento o solo y puede o no llevar cantos. Diversos exponentes han sido difusores o intérpretes del estilo desde la década del 60 como Los Corraleros de Majagual, Andrés Landero, Policarpo Calle, Alfredo Gutiérrez o Lisandro Meza, entre otros. También en el extranjero se imponen el Cuarteto Imperial en Argentina; en México, Super Grupo Colombia y La Perla Colombiana de Félix Olvera, Cuarteto Continental de Perú y Vallenatos del Guayas en Ecuador.
La cumbia clásica se toca con instrumentos como la kuisi sigí (gaita macho), la kuisi bunzí (gaita hembra) y una maraca (taní) acompañadas algunas veces de las suaras (idénticas a las gaitas anteriores). Se trata de un aire zambo que está formado por una melodía indígena y un ritmo de tambores negros, nunca se canta, es solo danza y totalmente instrumental. Cabe mencionar que existen otros ritmos del Caribe colombiano que tienen como base la cumbia como el bullerengue, los porros y la saloma.
Cumbia sabanera
En las sabanas de Córdoba, Sucre y Bolívar, la cumbia se ejecuta con banda de hojita o banda pelayera.
Cumbia comercial o moderna
En la cumbia moderna se encuentran instrumentos como el clarinete, la guacha, las maracas, el tambor llamador, el tambor alegre y tambora o bombo, el sintetizador, el piano, guacharaca e instrumentos de viento típicos del Caribe.
Cumbiamba
Muchos autores en sus escritos hacen diferencia entre cumbia y cumbiamba o también dicen que los negros que llegaron de África para ser esclavizados trajeron consigo sus danzas y tonadas especiales y, a medida que pasaba el tiempo, aprendieron castellano y empezaron a cantar en este idioma. Actualmente cerca de los ríos colombianos donde se instalaron los africanos en su momento resuenan el currulao y el mapalé y se baila cumbia o cumbiamba.
"Según testimonios escritos son dos las diferencias principales que existen entre la cumbia y la cumbiamba: la cumbia se toca con banda, y las bailarinas llevan velas o teas en las manos. La cumbiamba se baila con acordeón y flauta de millo y sin velas".
Cumbia vallenata
Incluye, además de los instrumentos clásicos, al acordeón, ya sea para acompañamiento o solo y puede o no llevar cantos. Diversos exponentes han sido difusores o intérpretes del estilo desde la década del 60 como Los Corraleros de Majagual, Andrés Landero, Policarpo Calle, Alfredo Gutiérrez o Lisandro Meza, entre otros. También en el extranjero se imponen el Cuarteto Imperial en Argentina; en México, Super Grupo Colombia y La Perla Colombiana de Félix Olvera, Cuarteto Continental de Perú y Vallenatos del Guayas en Ecuador.
Vallenato
El vallenato es un género musical autóctono de la Costa Caribe colombiana con epicentro en la antigua provincia de Padilla (actuales sur de La Guajira, norte del Cesar y oriente del Magdalena) y una variante importante en la región sabanera de los departamentos de Bolívar, Sucre, Córdoba. Su popularidad se ha extendido hoy a todas las regiones del país y países vecinos como Panamá, Venezuela, Ecuador y México. Se interpreta tradicionalmente con tres instrumentos: el acordeón diatónico, la guacharaca y la caja (tambor pequeño de cuero de chivo). Los ritmos o aires musicales del vallenato son el paseo, el merengue, la puya, el son y la tambora. El vallenato también se interpreta con guitarra y con los instrumentos de la cumbia en cumbiambas y grupos de millo.
Las melodías de estos cantos se interpretaron primero con la flauta de caña de millo o carrizo, abierta en sus dos extremos con cuatro orificios en su longitud y una lengüeta que forma la embocadura y pisa un hilo, sostenido por los dientes, para modular el sonido; a ella se sumaron la caja, tambor pequeño hecho artesanalmente del tronco hueco de los árboles secos y sellado en uno de sus extremos con un pedazo de cuero templado, y la guacharaca, instrumento ancestral indígena que se fabrica utilizando un pedazo de cañabrava a la que se le hacen pequeñas ranuras sucesivas para producir un sonido raspativo al ser frotadas con un hueso (originalmente).
A finales del siglo XIX, décadas después de su invención, el acordeón llegó a Colombia por el puerto de Riohacha; los vaqueros y campesinos lo incorporaron a sus expresiones musicales, y paulatinamente fue sustituyendo al carrizo hasta convertirse en el instrumento principal del conjunto típico de música vallenata.
Además de estos tres instrumentos, caja, guacharaca y acordeón, que representan la tri-etnia que dio origen a la raza y cultura de la Costa Caribe colombiana, el conjunto típico vallenato presenta un cuarto elemento básico que es el cantante, de más o menos reciente incorporación a raíz de los festivales vallenatos, ya que hasta los años 60 del siglo XX la costumbre era que el acordeonero llevaba la voz cantante e interpretara él mismo la letra de las canciones que tocaba.
A finales del siglo XIX, décadas después de su invención, el acordeón llegó a Colombia por el puerto de Riohacha; los vaqueros y campesinos lo incorporaron a sus expresiones musicales, y paulatinamente fue sustituyendo al carrizo hasta convertirse en el instrumento principal del conjunto típico de música vallenata.
Además de estos tres instrumentos, caja, guacharaca y acordeón, que representan la tri-etnia que dio origen a la raza y cultura de la Costa Caribe colombiana, el conjunto típico vallenato presenta un cuarto elemento básico que es el cantante, de más o menos reciente incorporación a raíz de los festivales vallenatos, ya que hasta los años 60 del siglo XX la costumbre era que el acordeonero llevaba la voz cantante e interpretara él mismo la letra de las canciones que tocaba.
Acordeón diatónico: Instrumento de origen austriaco, inventado en su forma actual por Kiril Demian en Viena en 1829 y que fue introducido de contrabando por inmigrantes alemanes procedentes de Curazao por Riohacha (en las costas de la Guajira) hacia 1885. Los músicos vallenatos lo modifican para que produzca su caraterístico sonido.6
Caja: Instrumento de percusión de origen africano. Se trata de un tambor pequeño cuyo parche se fabricaba de buche de caimán, luego de piel de marimonda negra y actualmente de cuero de chivo, venado o carnero. El vaso se hace de un tronco de árbol hueco de 40 cm de alto y 30 cm de diámetro. El árbol debe ser de tronco fibroso, como mucurutú, cañahuate o matarratón.
Guacharaca: Instrumento cóncavo de fricción de 40 cm de largo que se elabora del tallo de la uvita de lata. Su nombre proviene de la guacharaca o pava silvestre, ave de monte cuyo canto es similar al sonido que produce el instrumento.7 También se utiliza en su lugar el guache.
El vallenato también se interpreta con guitarra y con los instrumentos de la cumbia en cumbiambas y grupos de millo.
Caja: Instrumento de percusión de origen africano. Se trata de un tambor pequeño cuyo parche se fabricaba de buche de caimán, luego de piel de marimonda negra y actualmente de cuero de chivo, venado o carnero. El vaso se hace de un tronco de árbol hueco de 40 cm de alto y 30 cm de diámetro. El árbol debe ser de tronco fibroso, como mucurutú, cañahuate o matarratón.
Guacharaca: Instrumento cóncavo de fricción de 40 cm de largo que se elabora del tallo de la uvita de lata. Su nombre proviene de la guacharaca o pava silvestre, ave de monte cuyo canto es similar al sonido que produce el instrumento.7 También se utiliza en su lugar el guache.
El vallenato también se interpreta con guitarra y con los instrumentos de la cumbia en cumbiambas y grupos de millo.
Paseo
A diferencia de todos los demás aires de este folclor, el paseo vallenato tiene una cuadratura de compás de cuatro tiempos. La marcación de los bajos es de uno por tres y a veces, de acuerdo con la pieza, de dos por uno. Para los intérpretes es el aire más fácil de tocar. Este ritmo recoge literariamente y de forma espontánea las historias y relatos del pueblo.
El paseo es concebido originalmente para perpetuar a través del canto la historia de los pueblos precolombinos de la región, cuando chimilas, wayúus, tupes y demás habitantes del viejo Magdalena componían estos cantos para reemplazar a la escritura inexistente, tal como lo hicieron todas las naciones primitivas e iletradas del mundo. A pesar de su antigüedad - que lo ubica en situación de privilegio frente a los demás aires surgidos del mestizaje -, la palabra paseo es, en el ambiente vallenato, la más nueva entre las cinco que nombran los ritmos tradicionales, hasta el punto de no tener más de 80 años desde su popularización
A diferencia de todos los demás aires de este folclor, el paseo vallenato tiene una cuadratura de compás de cuatro tiempos. La marcación de los bajos es de uno por tres y a veces, de acuerdo con la pieza, de dos por uno. Para los intérpretes es el aire más fácil de tocar. Este ritmo recoge literariamente y de forma espontánea las historias y relatos del pueblo.
El paseo es concebido originalmente para perpetuar a través del canto la historia de los pueblos precolombinos de la región, cuando chimilas, wayúus, tupes y demás habitantes del viejo Magdalena componían estos cantos para reemplazar a la escritura inexistente, tal como lo hicieron todas las naciones primitivas e iletradas del mundo. A pesar de su antigüedad - que lo ubica en situación de privilegio frente a los demás aires surgidos del mestizaje -, la palabra paseo es, en el ambiente vallenato, la más nueva entre las cinco que nombran los ritmos tradicionales, hasta el punto de no tener más de 80 años desde su popularización
Merengue
El origen de la palabra merengue se remonta a la época de la colonia y proviene del vocablo muserengue, nombre de una de las culturas africanas que, traída desde las costas de Guinea, llegó a la Costa Caribe colombiana, haciendo un gran aporte al desarrollo musical y cultural del país. El merengue vallenato tradicional, tiene una cuadratura de compás de seis por ocho, un compás derivado, ya que los originales son los de cuatro tiempos, el de tres y el de dos; siendo, así, el aire más complejo y a la vez más original entre los cuatro aires tradicionales.
El merengue se diferencia de los demás aires en la interpretación y marcación de los bajos de tres por uno y a veces de uno por tres, de acuerdo a la estructura propia de la melodía; aunque puede ser interpretado con mayor rapidez.
El merengue se diferencia de los demás aires en la interpretación y marcación de los bajos de tres por uno y a veces de uno por tres, de acuerdo a la estructura propia de la melodía; aunque puede ser interpretado con mayor rapidez.
Puya
En Valledupar y demás pueblos del antiguo departamento del Magdalena Grande, el ritmo más antiguo era llamado puya. Su nombre deriva del verbo puyar, y tiene un compás de seis por ocho. Este ritmo, en su forma indígena, nunca tuvo canto y consistía en la imitación hecha por el carricero –pitero o caña sillero-, en ritmo rápido, del canto de algunos pájaros; se bailaba en hileras, llevando cada persona las dos manos cerradas a la altura del pecho con los dedos apuntando hacia delante y simulando que se puyaba repetidamente a quien danzaba adelante. Posteriormente, a través del tiempo, se fueron fusionando los distintos elementos triétnicos típicos de la cultura costeña y ribereña colombiana, logrando sumarse la puya negroide, género cantado, a la puya indígena, dándose como resultado la puya vallenata con su actual equilibrio entre el canto, la melodía y el ritmo.
La puya y el merengue en su patrón rítmico y armónico son iguales. La diferencia está marcada en su concepción melódica: en el ritmo, en la música y naturalmente en la interpretación que se haga, propia de cada pieza. Así, la puya tiene una marcación en los bajos de dos por dos y, a veces, de dos por uno en ciertos pasajes de la interpretación, aunque no en todas las piezas. La velocidad que se le imprima no supone una diferencia, porque el intérprete la toca a su gusto.
La puya se destaca por ser el aire más rápido, y el que exige más habilidad en el intérprete del acordeón. Se utiliza más comúnmente en las contiendas y competencias de acordeonistas en los festivales vallenatos de Colombia.
En Valledupar y demás pueblos del antiguo departamento del Magdalena Grande, el ritmo más antiguo era llamado puya. Su nombre deriva del verbo puyar, y tiene un compás de seis por ocho. Este ritmo, en su forma indígena, nunca tuvo canto y consistía en la imitación hecha por el carricero –pitero o caña sillero-, en ritmo rápido, del canto de algunos pájaros; se bailaba en hileras, llevando cada persona las dos manos cerradas a la altura del pecho con los dedos apuntando hacia delante y simulando que se puyaba repetidamente a quien danzaba adelante. Posteriormente, a través del tiempo, se fueron fusionando los distintos elementos triétnicos típicos de la cultura costeña y ribereña colombiana, logrando sumarse la puya negroide, género cantado, a la puya indígena, dándose como resultado la puya vallenata con su actual equilibrio entre el canto, la melodía y el ritmo.
La puya y el merengue en su patrón rítmico y armónico son iguales. La diferencia está marcada en su concepción melódica: en el ritmo, en la música y naturalmente en la interpretación que se haga, propia de cada pieza. Así, la puya tiene una marcación en los bajos de dos por dos y, a veces, de dos por uno en ciertos pasajes de la interpretación, aunque no en todas las piezas. La velocidad que se le imprima no supone una diferencia, porque el intérprete la toca a su gusto.
La puya se destaca por ser el aire más rápido, y el que exige más habilidad en el intérprete del acordeón. Se utiliza más comúnmente en las contiendas y competencias de acordeonistas en los festivales vallenatos de Colombia.
Son
El son vallenato tiene una cuadratura de compás de dos por cuatro. Una característica esencial en la ejecución de este aire es la prominente utilización de los bajos del acordeón en la interpretación de cada pieza, tanto que los bajos pueden ser más notorios que la misma melodía emitida por el teclado, principalmente en los acordeoneros de las nuevas generaciones.
El son tiene una marcación en los bajos de uno por uno muy marcada, sobre todo en intérpretes sabaneros o de influencia bajera – viejo Bolívar -; a diferencia de los acordeoneros de la provincia, quienes interpretan el son más fluido, menos marcado, más sutil y le dan una marcación de bajo de uno por dos y de dos por uno, en ocasiones.
Como el paseo, los sones son una especie de crónica en donde la singular narrativa del cantor deja plasmados los acontecimientos de su existencia, particularmente en esta especie se representan dramas nostálgicos que han constituido parte importante en la vida del autor.
Tambora
La tambora no es un ritmo vallenato, pero si caribeño, que hoy tiende a desaparecer. Tomó denominación femenina debido al predominio de voces de mujeres cuando estos aires eran solo cantados.
Aun cuando sus textos tienen parecido con los merengues dominicanos antiguos, no se puede decir que ese es su origen. Quizás esa similitud se deba a un mismo origen y al patrón étnico común.
Unas son politemáticas, en las que cada verso expresa una circunstancia diferente a la del otro, pero existe uno que es constante. Algunas tienen la particularidad de intercalar el inmodificable verso fijo cada dos versos, y otras mantienen la unidad de escritura de un tema, pero sin tener en cuenta concordancia y armonía en las frases poéticas.
En general, todas tienen condición satírica, lograda en la descoordinación que resalta más el contraste. Todavía existen algunas puramente instrumentales, interpretadas únicamente con tambores. De ahí su designación.
Ejemplos de tamboras: "La candela viva" (de Alejandro Durán), "Mi compadre se cayó", "La perra".
La tambora tradicional es de conformación triétnica (negro, blanco, indio) y que su entorno geográfico está centrado a orillas del río Grande de la Magdalena en la sub-región denominada Depresión Momposina. Los pueblos del departamento del Cesar que han tenido la tambora como identidad cultural son, entre otros: Tamalameque, La Gloria, Gamarra, Chimichagua, Chiriguaná, El Paso.
Los instrumentos de la tambora tradicional son: la tambora, instrumento bimembranófono que se ejecuta con dos "mambacos" o baquetas y el guache, acompañado de palmas. En este ritmo una voz versea (la cantadora o cantador) y un coro de voces responden un estribillo, ya que es un canto responsorial.
La tambora tradicional consta de cuatro aires: la tambora tambora ("La candela viva", "La perra"), la guacherna ("La zaragozana"), el chandé ("Vamos a bailar chandé") y el berroche ("El Negro").
En el municipio de Tamalameque se realiza en el mes de diciembre el Festival Nacional de la Tambora y la Guacherna, donde se dan cita los mejores exponentes de este folclor de resistencia.
Romanza vallenata
Antecedido de una gran polémica en el mundo vallenato, un quinto aire para concurso fue institucionalizado en Villanueva durante la versión 29 del Festival Cuna de Acordeones de 2007. El llamado "quinto aire" fue bautizado como "Romanza Vallenata", en este mismo festival en el año 2006, y fue aceptado como tal con el respaldo de autoridades del vallenato como Rafael Escalona, Francisco Zumaqué, Hernán Urbina Joiro, Rosendo Romero y el expresidente Alfonso López Michelsen.
De esta manera se aceptó que el llamado "paseo" que comercialmente se escucha hoy, lo dejó de ser hace algún tiempo. Así como en su momento del "son" surgió el "paseo"[cita requerida], hoy surge un nuevo aire de este. Las romanzas vallenatas, por su carácter lírico o poético, son un canto al amor, al desamor, al perdón y a la mujer, distinto del paseo clásico que se interpreta en los festivales, por eso se decidió darle un espacio en ellos. Además, se tuvo en cuenta que este aire ha sido motor trascendental para la internacionalización del vallenato. Este aire, hijo del paseo, adquirió independencia gracias a su aceptación mundial y después de voces en contrario que no admiten la evolución del género musical.
Igualmente no se determina esta denominación como un ritmo oficial vallenato.
El son vallenato tiene una cuadratura de compás de dos por cuatro. Una característica esencial en la ejecución de este aire es la prominente utilización de los bajos del acordeón en la interpretación de cada pieza, tanto que los bajos pueden ser más notorios que la misma melodía emitida por el teclado, principalmente en los acordeoneros de las nuevas generaciones.
El son tiene una marcación en los bajos de uno por uno muy marcada, sobre todo en intérpretes sabaneros o de influencia bajera – viejo Bolívar -; a diferencia de los acordeoneros de la provincia, quienes interpretan el son más fluido, menos marcado, más sutil y le dan una marcación de bajo de uno por dos y de dos por uno, en ocasiones.
Como el paseo, los sones son una especie de crónica en donde la singular narrativa del cantor deja plasmados los acontecimientos de su existencia, particularmente en esta especie se representan dramas nostálgicos que han constituido parte importante en la vida del autor.
Tambora
La tambora no es un ritmo vallenato, pero si caribeño, que hoy tiende a desaparecer. Tomó denominación femenina debido al predominio de voces de mujeres cuando estos aires eran solo cantados.
Aun cuando sus textos tienen parecido con los merengues dominicanos antiguos, no se puede decir que ese es su origen. Quizás esa similitud se deba a un mismo origen y al patrón étnico común.
Unas son politemáticas, en las que cada verso expresa una circunstancia diferente a la del otro, pero existe uno que es constante. Algunas tienen la particularidad de intercalar el inmodificable verso fijo cada dos versos, y otras mantienen la unidad de escritura de un tema, pero sin tener en cuenta concordancia y armonía en las frases poéticas.
En general, todas tienen condición satírica, lograda en la descoordinación que resalta más el contraste. Todavía existen algunas puramente instrumentales, interpretadas únicamente con tambores. De ahí su designación.
Ejemplos de tamboras: "La candela viva" (de Alejandro Durán), "Mi compadre se cayó", "La perra".
La tambora tradicional es de conformación triétnica (negro, blanco, indio) y que su entorno geográfico está centrado a orillas del río Grande de la Magdalena en la sub-región denominada Depresión Momposina. Los pueblos del departamento del Cesar que han tenido la tambora como identidad cultural son, entre otros: Tamalameque, La Gloria, Gamarra, Chimichagua, Chiriguaná, El Paso.
Los instrumentos de la tambora tradicional son: la tambora, instrumento bimembranófono que se ejecuta con dos "mambacos" o baquetas y el guache, acompañado de palmas. En este ritmo una voz versea (la cantadora o cantador) y un coro de voces responden un estribillo, ya que es un canto responsorial.
La tambora tradicional consta de cuatro aires: la tambora tambora ("La candela viva", "La perra"), la guacherna ("La zaragozana"), el chandé ("Vamos a bailar chandé") y el berroche ("El Negro").
En el municipio de Tamalameque se realiza en el mes de diciembre el Festival Nacional de la Tambora y la Guacherna, donde se dan cita los mejores exponentes de este folclor de resistencia.
Romanza vallenata
Antecedido de una gran polémica en el mundo vallenato, un quinto aire para concurso fue institucionalizado en Villanueva durante la versión 29 del Festival Cuna de Acordeones de 2007. El llamado "quinto aire" fue bautizado como "Romanza Vallenata", en este mismo festival en el año 2006, y fue aceptado como tal con el respaldo de autoridades del vallenato como Rafael Escalona, Francisco Zumaqué, Hernán Urbina Joiro, Rosendo Romero y el expresidente Alfonso López Michelsen.
De esta manera se aceptó que el llamado "paseo" que comercialmente se escucha hoy, lo dejó de ser hace algún tiempo. Así como en su momento del "son" surgió el "paseo"[cita requerida], hoy surge un nuevo aire de este. Las romanzas vallenatas, por su carácter lírico o poético, son un canto al amor, al desamor, al perdón y a la mujer, distinto del paseo clásico que se interpreta en los festivales, por eso se decidió darle un espacio en ellos. Además, se tuvo en cuenta que este aire ha sido motor trascendental para la internacionalización del vallenato. Este aire, hijo del paseo, adquirió independencia gracias a su aceptación mundial y después de voces en contrario que no admiten la evolución del género musical.
Igualmente no se determina esta denominación como un ritmo oficial vallenato.
Festivales importantes
Festival Vallenato 2007. Tarima Compai Chipuco.
El festival de música vallenata más importante de Colombia es el Festival de la Leyenda Vallenata, que se celebra desde 1968 en la ciudad de Valledupar. En él se premia al mejor ejecutante del acordeón con el título de Rey Vallenato. El ganador del primer festival fue Alejandro Durán, quien derrotó en la tarima "Francisco el Hombre" al legendario Emiliano Zuleta.
También es destacado el Festival Cuna de Acordeones de Villanueva, Guajira, población fuente de intérpretes del acordeón. El Festival Cuna de Acordeones fue nombrado Patrimonio Cultural y Artístico de Colombia por el Congreso Nacional mediante la Ley 1052 de 2006.
Champeta
Fenómeno cultural de hecho social y género musical de origen autónomo y local de las zonas afrodescendientes de los barrios de la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, vinculado con la cultura Palenque de San Basilio e influenciado por géneros de colonias euro-africanas así como del continente africano.
La champeta surge como apelativo o hecho social en los años 1920, como baile en los años 70's y como género musical en los años 80's.
Cuchillo champeta o machetilla.
Sin tenerse una fecha exacta, los investigadores socioculturales y los sociólogos han determinado que desde antes de los años veinte se le ha llamado champetudo a los habitantes de barrios alejados del centro de Cartagena, asociados a los estratos más pobres y de características afrodescendientes. Este apelativo fue puesto por la élite económica en un intento de menospreciar a esta cultura sobreviviente. Este nombre, ambiguamente aceptado y trasformado, se originó por la relación de la mencionada población con la machetilla "champeta", y se le asociaba a elementos de vulgaridad, pobreza y negritud. De esta forma es una cultura con un pasado históricamente marcada por la esclavitud y el maltrato, enfocada en los barrios más antiguos ubicados en la Isla Caimán, actualmente llamada Olaya y el barrio Pozón.
En los inicios de los años 70 este proceso cultural, que hasta ese momento incluía sus entornos, su modo de hablar, su modo de ser y sus fiestas; se hace más visible en Colombia por el desarrollo de una serie de bailes complejos con bases rítmicas procedentes de géneros como la salsa y el jíbaro, en el que luego incursiono también el reggae. Esta música se ponía a todo volumen en grandes altavoces, llamados por su población picós basándose en el extranjerismo pick up; fenómeno cultural en la música que desde los años 60 emergía en toda América latina. Estos primeros bailes, por su condición relajante y desentendida de los problemas económicos del país, fueron llamados terapia. Pero solo hacia 1981 nace por primera vez la música cantada e interpretada: la terapia criolla, construida por primera vez por personajes cartageneros afrodescendientes y palanqueros de San Basilio, donde luego incursionaron cantautores y mercados de Barranquilla, Santa Marta y en otros lugares del país.
Esta nueva música acogió como principal medio de difusión los altoparlantes "picó" anteriormente utilizados para salsa, jíbara y reggaé; en su mayoría se dedicaron exclusivamente a la difusión de este nuevo género musical, que ahora era inspirado como resultado de discos traídos a los puertos de Cartagena de origen africano, así como colonias euroafricanas. Luego, el género musical mismo pasó de llamarse terapia criolla a terapia colombiana y por último adoptó su nombre asociado con la cultura identitaria champeta.
Teniendo en cuenta las diferentes travesías que hacían personas relacionadas con este nuevo género en Cartagena de Indias a países de las Antillas y a Francia para la adquisición de nuevos discos que llamaban "champeta africana" que inspiraban el fenómeno musical en Colombia.
La concepción clásica de la champetería o champetudismo —champetuísmo en criollo español posee cuatro aspectos importantes: la expresión musical, su jerga distintiva, los Picos y los perreos —fiestas y verbenas—. Hay quienes dan la misma importancia a otros aspectos, como el baile, el activismo político, el diseño de la ropa, el aspecto audiovisual de sus videos, y el resto de elementos culturales. Recientemente esta cultura de hecho social se ha apropiado de aspectos artísticos diferenciales al género musical mismo, como son los manifiestos en el cine, la literatura y en las artes plásticas.
En la conferencia Champeta: la Verdad del Cuento, el investigador Enrique Luis Muñoz hace notar, como en los ambientes salseros de Cartagena, ya se empleaba la expresión champetúo fuera del contexto culinario para designar a la persona problemática y de modales rústicos, esto es, como sinónimo de feo y “coralibe” o “coralón”. «Revisar el nombre de los picos más famosos es reencontrarse, revisitar, el predominio de la salsa desde y en el mundo de la caseta o verbena: El Conde, El Timbalero, El Sibanicú, El pijuán, El Ché, El Fidel o El Rojo —por el disco Rojo de Ray Barretto— son evidencias como desde la música y del ritmo, los costeños se reconocen no solamente como partes del Caribe hispano, nombrado desde la latinoamericanidad, sino desde ese Gran Caribe plurilingüe, más incluyente con respecto a la herencia de mamá África...».
En la conferencia Champeta: la Verdad del Cuento, el investigador Enrique Luis Muñoz hace notar, como en los ambientes salseros de Cartagena, ya se empleaba la expresión champetúo fuera del contexto culinario para designar a la persona problemática y de modales rústicos, esto es, como sinónimo de feo y “coralibe” o “coralón”. «Revisar el nombre de los picos más famosos es reencontrarse, revisitar, el predominio de la salsa desde y en el mundo de la caseta o verbena: El Conde, El Timbalero, El Sibanicú, El pijuán, El Ché, El Fidel o El Rojo —por el disco Rojo de Ray Barretto— son evidencias como desde la música y del ritmo, los costeños se reconocen no solamente como partes del Caribe hispano, nombrado desde la latinoamericanidad, sino desde ese Gran Caribe plurilingüe, más incluyente con respecto a la herencia de mamá África...».
Es un ritmo contemporáneo que nació hace 32 años en la ciudad de Cartagena de Indias (Colombia) con una gran influencia de palenque San Basilio y que a través de los encuentros de Música del Caribe de los años 80 que se realizaban en Cartagena se extendió luego a nivel nacional e influyo recíprocamente en géneros internacionales similares como El Reggaeton, el Raggamuffin y otros. El género Terapia nació como una adaptación de ritmos africanos (soukous, highlife, mbquanga, juju) con vibraciones antillanas (rap-raggareggae, compás haitiano, zouk, soca y calipso) e influencias de la música descendiente de lo indígena y afrocolombiana (bullerengue, mapalé, zambapalo y chalupa). Esta fusión de ritmos configuró una nueva cultura musical urbana en el contexto caribeño, que se consolidó en las barriadas cartageneras a mediados de los años ochenta. Luego en los años 90 sufrió una serie de cambios tanto en sus contenidos, como en su música, acompañado de fenómenos digitales, placas (intervenciones arrítmicas) y siendo tanto amada como rechazada por los sectores élites del país, generando así un género bastante diferenciado de sus orígenes que lo inspiraron.
En sus inicios se difundió a través de los potentes equipos de sonido denominados picos (pick-up) que suenan en las verbenas o casetas. Se caracteriza porque la base rítmica prevalece sobre las líneas melódicas y armónicas, convirtiéndola en una expresión musical bailable en la que predominan una fuerza y una plasticidad desbordantes. Los instrumentos empleados en la ejecución de este alegre y contagioso ritmo son la voz, la batería, las guitarras eléctricas, el bajo, las congas y el sintetizador, que añade efectos rítmicos.
Este género musical tiene, como sus elementos únicos, una división temporal de tres aceleraciones, la música inicial, el coro y un tercer elemento llamado el Despeluque, que es propio de ritmos fuertes y repetitivos acompañado por lo general de placas (intervenciones digitales)
Con un lenguaje popular y lleno de inventivas los champeteros cantan sus vivencias. Las letras, sobrepuestas a pistas africanas o con música original, evidencian la actitud contestataria de los sectores afrocartageneros discriminados, que arremeten contra la exclusión social y económica o cuentan sus sueños de cambio y progreso.
Músicos intérpretes
Abril y Soto (2002) mencionan como las "estrellas de la champeta" aquellos artistas que han logrado trascender el entorno local y firmar contratos con los grandes sellos discográficos nacionales e internacionales. Aquí mencionan a “El Sayayín (Jhon jairo saya) '”, “Mr. Black” (Edwin Antequera), “El Afinaito” (Sergio Liñan), “Álvaro El Bárbaro” (Álvaro Zapata), Elio Boom (Francisco Corrales), "El Intelectual" y Viviano Torres Entre otros. Este último en su intención de mejorar la imagen de la palabra champeta, insistentemente oculta su significado de “Aspecto social” y en su discurso no desea que se le asocie con nada más que “música” o “género musical comercial”, ocultando cualquier otro significado como su relación con la "machetilla", con el pasado histórico respecto de la condición étnica económica de los afro-cartageneros, con su relación con los picos, con su condición en las artes plásticas, con el cine popular y con el modo de hablar o de vestir, y lejos de todo esto más bien siempre mantiene asociaciones con los fenómenos místico e icónicos de áfrica y de palenque, y en sus diseños se remite más a lo rastafari que a lo identitario de la ciudad de Cartagena de Indias o de los pueblos de bolívar. El Señor Torres también como fenómeno importante de la champeta agrupó a los primeros cantantes de este género en el grupo musical Anne Swing que tuvo éxito internacionalmente a finales de la década de los 80s, llegando a estar en los Top 40 de los Estados Unidos.
Otros artistas destacados más recientemente son “El Jhonky el profeta”(Jhon Einster Gutíerrez Cassianis), que falleció el 31 de julio del año 2005, convirtiéndose en icono del genero y de la cultura, “El Michel” que crea un disco a manera de himno referente al ser champetudo y "Lilibeth" una de las dos únicas cantantes femeninas que ha tenido este genero de champeta en todo su tiempo.
Salsa
En sus inicios se difundió a través de los potentes equipos de sonido denominados picos (pick-up) que suenan en las verbenas o casetas. Se caracteriza porque la base rítmica prevalece sobre las líneas melódicas y armónicas, convirtiéndola en una expresión musical bailable en la que predominan una fuerza y una plasticidad desbordantes. Los instrumentos empleados en la ejecución de este alegre y contagioso ritmo son la voz, la batería, las guitarras eléctricas, el bajo, las congas y el sintetizador, que añade efectos rítmicos.
Este género musical tiene, como sus elementos únicos, una división temporal de tres aceleraciones, la música inicial, el coro y un tercer elemento llamado el Despeluque, que es propio de ritmos fuertes y repetitivos acompañado por lo general de placas (intervenciones digitales)
Con un lenguaje popular y lleno de inventivas los champeteros cantan sus vivencias. Las letras, sobrepuestas a pistas africanas o con música original, evidencian la actitud contestataria de los sectores afrocartageneros discriminados, que arremeten contra la exclusión social y económica o cuentan sus sueños de cambio y progreso.
Músicos intérpretes
Abril y Soto (2002) mencionan como las "estrellas de la champeta" aquellos artistas que han logrado trascender el entorno local y firmar contratos con los grandes sellos discográficos nacionales e internacionales. Aquí mencionan a “El Sayayín (Jhon jairo saya) '”, “Mr. Black” (Edwin Antequera), “El Afinaito” (Sergio Liñan), “Álvaro El Bárbaro” (Álvaro Zapata), Elio Boom (Francisco Corrales), "El Intelectual" y Viviano Torres Entre otros. Este último en su intención de mejorar la imagen de la palabra champeta, insistentemente oculta su significado de “Aspecto social” y en su discurso no desea que se le asocie con nada más que “música” o “género musical comercial”, ocultando cualquier otro significado como su relación con la "machetilla", con el pasado histórico respecto de la condición étnica económica de los afro-cartageneros, con su relación con los picos, con su condición en las artes plásticas, con el cine popular y con el modo de hablar o de vestir, y lejos de todo esto más bien siempre mantiene asociaciones con los fenómenos místico e icónicos de áfrica y de palenque, y en sus diseños se remite más a lo rastafari que a lo identitario de la ciudad de Cartagena de Indias o de los pueblos de bolívar. El Señor Torres también como fenómeno importante de la champeta agrupó a los primeros cantantes de este género en el grupo musical Anne Swing que tuvo éxito internacionalmente a finales de la década de los 80s, llegando a estar en los Top 40 de los Estados Unidos.
Otros artistas destacados más recientemente son “El Jhonky el profeta”(Jhon Einster Gutíerrez Cassianis), que falleció el 31 de julio del año 2005, convirtiéndose en icono del genero y de la cultura, “El Michel” que crea un disco a manera de himno referente al ser champetudo y "Lilibeth" una de las dos únicas cantantes femeninas que ha tenido este genero de champeta en todo su tiempo.
Salsa
La salsa es el nombre comercial dado, en los años setenta, al género musical resultante de una síntesis de influencias musicales cubanas con otros elementos de música caribeña, música latinoamericana y jazz, en especial el jazz afrocubano. La salsa fue desarrollada por músicos de origen latino en el Caribe hispano y la ciudad de New York.
La salsa abarca varios estilos como la salsa dura, la salsa romántica y la timba.
La salsa abarca varios estilos como la salsa dura, la salsa romántica y la timba.
El músico Eduardo Morales (1969-) define la salsa como «un nuevo giro de los ritmos tradicionales al son de la música cubana y la voz cultural de una nueva generación» y «una representación de la identidad cubana y latina en Nueva York». El director cubano Machito afirmaba que la salsa era, más o menos, lo que el había tocado durante cuarenta años (entre 1930 y 1970) antes de que el género musical se denominara así.
El célebre músico neoyorquino y de ascendencia boricua (puertorriqueña), Tito Puente, afirmaba que «la salsa, como ritmo o música, no existe. La música que llaman salsa es la que he tocado desde hace muchísimos años: se llama mambo, guaracha, chachachá, guaguancó. Todo es música cubana. La salsa se come; no se ve, no se oye, no se baila».
La salsa presenta las siguientes características:
Ritmo: Utiliza como base el patrón rítmico del son cubano, con clave de son en dos compases de 4/4.
Melodía: Presenta una mezcla de rasgos melódicos del son montuno y el jazz afrocubano . El jazz afrocubano no es imprescindible en la salsa; Se usa dependiendo del arreglo musical.
Armonía: Acopla rasgos armónicos cubanos.
Instrumentación: Usa instrumentos cubanos popularizados desde los años veinte: pailas o timbales, bongó, güiro cubano, cencerro, dos maracas (en otras regiones solo se usaba una), conga (se diferenciaba de otros tambores afro latinos por su herraje de afinación), y los instrumentos piano, contrabajo (en algunos casos bajo eléctrico), trompeta, saxofón sobre todo barítono, trombón, flauta y violín.
El célebre músico neoyorquino y de ascendencia boricua (puertorriqueña), Tito Puente, afirmaba que «la salsa, como ritmo o música, no existe. La música que llaman salsa es la que he tocado desde hace muchísimos años: se llama mambo, guaracha, chachachá, guaguancó. Todo es música cubana. La salsa se come; no se ve, no se oye, no se baila».
La salsa presenta las siguientes características:
Ritmo: Utiliza como base el patrón rítmico del son cubano, con clave de son en dos compases de 4/4.
Melodía: Presenta una mezcla de rasgos melódicos del son montuno y el jazz afrocubano . El jazz afrocubano no es imprescindible en la salsa; Se usa dependiendo del arreglo musical.
Armonía: Acopla rasgos armónicos cubanos.
Instrumentación: Usa instrumentos cubanos popularizados desde los años veinte: pailas o timbales, bongó, güiro cubano, cencerro, dos maracas (en otras regiones solo se usaba una), conga (se diferenciaba de otros tambores afro latinos por su herraje de afinación), y los instrumentos piano, contrabajo (en algunos casos bajo eléctrico), trompeta, saxofón sobre todo barítono, trombón, flauta y violín.
Durante los años treinta, cuarenta y cincuenta, la música cubana era consumida ampliamente por los sectores de origen latino en la ciudad de Nueva York. Los cubanos en Nueva York, los puertorriqueños y otros músicos de otros países, fundamentan su música en gran medida en los elementos de origen afrocubano.
Según algunos músicos e historiadores, salsa es un nombre comercial dado a toda la música cubana en los años setenta. En esta corriente se ubican Ray Barretto, Rubén Blades,Larry Harlow,Papo Lucca,Johnny Pacheco,Tito Puente,Roberto Roena, Bobby Valentin, y Bobby Sanabria.
La salsa se expandió a fines de los años setenta y en los años ochenta y noventa. Nuevos instrumentos, nuevos métodos y formas musicales (como canciones de Brasil) fueron adaptados a la salsa. Nuevos estilos aparecieron como las canciones de amor de la salsa romántica. Mientras tanto la salsa se convirtió en parte importante de la escena musical en Colombia, Venezuela, Panamá y lugares tan lejanos como Japón. A la llegada del siglo XXI, la salsa se ha convertido en una de las formas más importantes de la música popular en el mundo.
Según algunos músicos e historiadores, salsa es un nombre comercial dado a toda la música cubana en los años setenta. En esta corriente se ubican Ray Barretto, Rubén Blades,Larry Harlow,Papo Lucca,Johnny Pacheco,Tito Puente,Roberto Roena, Bobby Valentin, y Bobby Sanabria.
La salsa se expandió a fines de los años setenta y en los años ochenta y noventa. Nuevos instrumentos, nuevos métodos y formas musicales (como canciones de Brasil) fueron adaptados a la salsa. Nuevos estilos aparecieron como las canciones de amor de la salsa romántica. Mientras tanto la salsa se convirtió en parte importante de la escena musical en Colombia, Venezuela, Panamá y lugares tan lejanos como Japón. A la llegada del siglo XXI, la salsa se ha convertido en una de las formas más importantes de la música popular en el mundo.
En los años 30's, los septetos y sextetos (que solo usaban bongó) eran muy populares en Cuba. Cuando Gerardo Machado prohibió el uso del bongó, las charangas (que solo usaban timbales) se popularizaron, llegando a presentarse algunas agrupaciones en Estados Unidos. La censura fue levantada en los finales de los años treinta y los bongos fueron utilizados nuevamente.
Cerca de 1940, el Conjunto Llave de Rafael Ortiz introdujo las tumbadoras o «congas» en una orquesta, instrumentos que anteriormente solo se usaban en música folclórica afrocubana. Arsenio Rodríguez popularizó el uso de las congas al integrarlas a su conjunto, introduciendo el son montuno a nivel comercial. La integración de las tumbadoras y bongos en los conjuntos que tocaban son montuno sería una de las fuentes fundamentales de la instrumentación de orquestas de baile.
En los años 40 Machito le agregó trombónes al son montuno y la guaracha y estas innovaciones influenciaron a músicos como José Curbelo, Benny More, Bebo Valdés. Mario Bauza, director y arreglista de la orquesta de Machito «Los Afro-Cubans», está considerado el padre del jazz afrocubano. En su álbum Tanga de 1943 fusionó la música afro-cubana con el jazz .
La influencia del jazz afrocubano y del Mambo de Dámaso Pérez Prado en 1948 determinó que se introdujera el saxofón en las orquestas de son montuno y guaracha. Enrique Jorrín en 1955 le agrega trompetas a las orquestas de charanga que hasta ese momento solo usaban violin y flauta.
Cerca de 1940, el Conjunto Llave de Rafael Ortiz introdujo las tumbadoras o «congas» en una orquesta, instrumentos que anteriormente solo se usaban en música folclórica afrocubana. Arsenio Rodríguez popularizó el uso de las congas al integrarlas a su conjunto, introduciendo el son montuno a nivel comercial. La integración de las tumbadoras y bongos en los conjuntos que tocaban son montuno sería una de las fuentes fundamentales de la instrumentación de orquestas de baile.
En los años 40 Machito le agregó trombónes al son montuno y la guaracha y estas innovaciones influenciaron a músicos como José Curbelo, Benny More, Bebo Valdés. Mario Bauza, director y arreglista de la orquesta de Machito «Los Afro-Cubans», está considerado el padre del jazz afrocubano. En su álbum Tanga de 1943 fusionó la música afro-cubana con el jazz .
La influencia del jazz afrocubano y del Mambo de Dámaso Pérez Prado en 1948 determinó que se introdujera el saxofón en las orquestas de son montuno y guaracha. Enrique Jorrín en 1955 le agrega trompetas a las orquestas de charanga que hasta ese momento solo usaban violin y flauta.
En los años cincuenta, la música bailable cubana, como el son montuno, mambo, la rumba y el chachachá, fueron música de corriente principal en los Estados Unidos y Europa.3 En la ciudad de Nueva York, el «estilo cubano» de las bandas fue formado fundamentalmente por músicos cubanos, puertorriqueños y dominicanos. Como ejemplo, podemos mencionar a Machito,Tito Rodríguez, el director catalán Xavier Cugat, Johnny Pacheco y Tito Puente. Por otro lado, fuera del círculo de Nueva York, grupos como la Orquesta Aragón, la Sonora Matancera y Dámaso Pérez Prado y su mambo lograron una importante proyección a nivel internacional.4 El mambo fue influenciado por el jazz afrocubano y el son y las grandes bandas de este género mantuvieron viva la larga tradición del jazz dentro de la música latina, mientras los maestros originales del jazz se limitaban a los pequeños espacios de la era del bebop.
En 1969 Juan Formell introduce el bajo eléctrico en los conjuntos soneros de Cuba.
El cuatro puertorriqueño fue introducido por Yomo Toro en la orquesta de Willie Colón en 1971 y el piano eléctrico en los años 70 por Larry Harlow.
La música latina interpretada en Nueva York desde 1960 fue liderada por músicos como Ray Barretto y Eddie Palmieri, fuertemente influenciados por ritmos cubanos importados como la Pachanga y el chachachá). Después de la crisis de los misiles de 1962, el contacto cubano-estadounidense decayó profundamente, el resultado fue el crecimiento de la influencia puertorriqueña en la salsa en el Nueva York de los años setenta. La comunidad puertorriqueña de Nueva York, llamada por los estadounidenses «nuyoricans», se hizo del liderazgo de la musica latina, aunque siempre influenciada por la música de reconocidas celebridades cubanas como Miguelito Valdés, Machito, José Curbelo, Chano Pozo y Arsenio Rodríguez.
En 1969 Juan Formell introduce el bajo eléctrico en los conjuntos soneros de Cuba.
El cuatro puertorriqueño fue introducido por Yomo Toro en la orquesta de Willie Colón en 1971 y el piano eléctrico en los años 70 por Larry Harlow.
La música latina interpretada en Nueva York desde 1960 fue liderada por músicos como Ray Barretto y Eddie Palmieri, fuertemente influenciados por ritmos cubanos importados como la Pachanga y el chachachá). Después de la crisis de los misiles de 1962, el contacto cubano-estadounidense decayó profundamente, el resultado fue el crecimiento de la influencia puertorriqueña en la salsa en el Nueva York de los años setenta. La comunidad puertorriqueña de Nueva York, llamada por los estadounidenses «nuyoricans», se hizo del liderazgo de la musica latina, aunque siempre influenciada por la música de reconocidas celebridades cubanas como Miguelito Valdés, Machito, José Curbelo, Chano Pozo y Arsenio Rodríguez.
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